Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y Fundación ONCE se unen en torno al Día Mundial de la Infancia, el próximo 20 de noviembre, y publican una guía para apoyar a las familias en la gestión emocional de sus hijos con discapacidad y defender sus derechos.
Los datos del Centro de Estudios e Investigación ANAR, obtenidos a partir de las llamadas recibidas durante 2024 en el Teléfono/Chat ANAR —servicio dirigido a personas menores de edad y a su entorno—, indican que el 20,1% de la infancia con discapacidad presenta alguna situación psicológica o emocional que debe atenderse.
José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, pone de relieve que “desde nuestra entidad consideramos fundamental la detección temprana de las necesidades emocionales y sociales de la infancia con discapacidad, así como el acompañamiento a sus familias para garantizar una respuesta adecuada y personalizada, en línea con nuestro compromiso con la inclusión y su bienestar integral.
Por su parte, según Benjamín Ballesteros, director técnico de Fundación ANAR, las “manifestaciones como la expresión de la ira, problemas de conducta, autolesiones, conducta suicida, trastornos de la conducta alimentaria o aislamiento social, son algunas de las problemáticas más frecuentes que ponen de relieve la complejidad del malestar emocional en la infancia y adolescencia con discapacidad”.
En algunos casos, esas situaciones se originan en la escuela. Los alumnos manifiestan haberse sentido solos en el recreo o haber tenido malestar en general, según pone de manifiesto el informe ‘Diagnóstico sobre abandono educativo temprano de estudiantes con discapacidad’, elaborado por Fundación ONCE, para identificar los factores asociados al abandono escolar temprano de los adolescentes con discapacidad y proponer estrategias de respuesta que lo mitiguen.
El informe señala que uno de cada cuatro niños con discapacidad no termina la secundaria. Es un dato superior en casi seis puntos al registrado entre la infancia sin discapacidad, que obedece a “una interacción compleja entre barreras pedagógicas, estructurales, sociales y emocionales”.
Entre esas barreras figuran la percepción que tienen los niños con discapacidad acerca de bajo rendimiento académico (24,7%), malestar en el centro educativo (19,5%), acoso escolar (10,4%), problemas de salud y terapias asociadas a la discapacidad (18,2%) o falta de opciones formativas alineadas con sus intereses (15,6%).
Algunas “señales de alarma” que pueden indicar un malestar emocional en las personas menores de edad con discapacidad son dificultades de comunicación, problemas en la autoestima o relacionados con las habilidades sociales, rendimiento escolar bajo, frustración académica. También síntomas psicosomáticos como dolor de tripa o recaídas en el control de esfínteres y dificultades para dormir.
Ante esta situación, Fundación ANAR y Fundación ONCE han elaborado una Guía para las familias que incluye once orientaciones como la observación y la comunicación “serena y respetuosa”, el apoyo emocional, el refuerzo de sus fortalezas, la valoración de sus esfuerzos o la promoción de su autonomía, entre otras.
En la guía se insta a las familias a pedir orientación profesional si la requieren —psicológica, pedagógica o médica—, ya que estos apoyos ofrecen herramientas para afrontar dificultades, promover el bienestar familiar y facilitar la adaptación de las personas menores de edad.
A modo de resumen, incluimos aquí los principales puntos de acción que la guía recoge de forma más detallada:
Además, Fundación ONCE lanzará una campaña basada en un capítulo especial de su serie animada ‘ON Fologüers’, que retrocede en el tiempo y presenta a los protagonistas de la pandilla de amigos en el cole, concretamente cuando empezaban Educación Infantil y llevaban babi.
El episodio narra cómo se conocieron y cómo desde el principio entendieron e hicieron entender a los demás que si sumaban fuerzas para ayudarse entre ellos los obstáculos ligados a sus discapacidades se salvaban mejor. Con esta actitud, el audiovisual muestra, igualmente, cómo la inclusión lleva a la normalidad y a la mejora en la eliminación de barreras físicas y mentales, ya desde la escuela. Así, el episodio concluye cuando los protagonistas regresan como jóvenes a su antiguo cole y ven cómo muchos de los problemas que encontraron de niños ya se han solventado.